Imagen: ganglio linfático humano teñido con hematoxilina-eosina.
Cápsula: capa de tejido conectivo que recubre externamente el ganglio linfático.
Corteza externa: parte del ganglio, justo debajo de la cápsula, formada sobre todo por linfocitos B. En la corteza externa se encuentran los nódulos linfáticos.
Corteza interna: parte del ganglio dispuesto inmediatamente interna a la corteza externa. Hay una abundancia de linfocitos T.
Médula: es la parte más interna del ganglio linfático. Está formada por cordones medulares de tejido linfático separados por senos medulares o linfáticos. También hay un entramado de tejido reticular que hace de armazón. El tejido linfático está formado principalmente por linfocitos, macrófagos y células plasmáticas.
Folículo: son organizaciones de linfocitos B dispuestas en la corteza externa. Pueden ser folículos primarios o secundarios, dependiendo de si poseen o no un centro germinativo.
Centro germinativo: es la zona central de los nódulos linfáticos donde los linfocitos proliferan y se diferencian a células plasmáticas para la producción de anticuerpos. De hecho la presencia del centro germinativo es indicativo de una respuesta inmunológica ante un antígeno.
Manto: es la zona más externa de los folículos linfácos, denominada también corona. Aquí los linfocitos presentan menor tamaño.
Senos medulares: conductos o espacios con linfa y con muy pocos linfocitos localizados en la médula.
Hilio: lugar por donde entran y salen los vasos sanguíneos, así como por donde sale el vaso linfático eferente
Trabéculas: tabiques de tejido conectivo que se internan desde la cápsula hacia el interior del ganglio linfático. Por las trabéculas entran los vasos sanguíneos.